Pequeños cambios en tu vida para lograr todo.
Los grandes cambios no requieren acciones enormes, más bien,
radica en las pequeñas acciones para conseguir los cambios radicales. Muchas
veces tratamos de realizar un cambio en nuestras vidas y queremos empezar a
realizar lo que nos gustaría que fuera, suele pasar que si quieres bajar de
peso rápidamente buscas una dieta en la red y la adoptas; empiezas con toda la
actitud, compras todo lo necesario para realizarla, pero pasan dos o tres días
y la rompes, pero no porque no quieras, sino porque te sientes mal, se te
olvida, no tienes tiempo o simplemente ya no quisiste porque es muy difícil.
Este es un pequeño ejemplo de lo que nos puede pasar cuando
queremos realizar un cambio y ya no seguimos. Si continuamos con este estilo de
cambios no conseguiremos realizar los cambios que buscamos y nos desmotivaremos
para tratar de implementar nuevas mejoras para nuestra vida.
La pereza, la procrastinación y la falta de motivación son
factores que no nos permiten continuar con nuestros propósitos de vida. A todos
nos puede pasar esto y no es porque
seamos unos flojos u holgazanes, más bien es que nuestro cerebro ha
evolucionado para buscar el placer instantáneo. Por sí mismo, nuestro
cerebro no está estructurado para encontrar el beneficio retardado, al
contrario, busca la recompensa inmediata a causa de la dopamina que produce, la
cual, es la hormona del placer y es sumamente adictiva. Por eso prefiere los
actos que nos lleven a este placer a corto plazo. Con esto no queremos decir
que la dopamina sea mala, ya que es necesaria para movernos y hacer las cosas,
pero si no ejercemos la fuerza de voluntad sobre nuestra vida, solo seremos
arrastrados por el placer que nuestro cuerpo quiere.
Lo bueno de todo esto es que podemos enseñarle a nuestro
cerebro a hacer lo que nosotros queramos, pero primero tenemos que modificar
quienes somos, porque nuestro auto-concepto nos indica por dónde vamos a ir, y
si creemos que somos un fracaso, unos triunfadores, unos flojos, unos obesos, personas
saludables, perdedores, etc… entonces, vamos a creer esto y nuestra conducta lo
va a reflejar. La sugestión es muy fuerte y nos será muy complicado moldear a
nuestro cerebro si no cambiamos nuestra forma de vernos a nosotros mismos.
"No es porque seamos unos flojos u holgazanes, más bien es que nuestro cerebro ha evolucionado para buscar el placer instantáneo"
Entonces, ¿Cómo logramos reestructurarnos?
La respuesta corta es: Cambiando nuestros hábitos. Pero a continuación vamos a explicar cómo conseguirlo.
James Clear menciona 4 leyes para lograr este propósito, las
cuales, son muy acertadas, pero las complementamos con nuestro saber.
Estas 4 leyes son: Hacer lo obvio, hacerlo atractivo,
hacerlo sencillo y hacerlo satisfactorio.
Primera Ley
Hacer lo obvio. Definir cuando y donde se va a actuar. Ser
específico sin ambigüedades. Vincula la conducta nueva con otra que ya tengas
automatizada. Por ejemplo, si quiero bajar de peso, lo obvio es no comer tanto,
eso sería definir cuando y donde se va a actuar ya que en todas las comidas
puedo limitarme un poco. Para ser específico, puedo decir que disminuiré un 10
o un 15% de la comida que ingiero, por ejemplo, si es sopa, en lugar de comer
30 cucharadas, comeré solo 25. Si como 6 u 8 tacos, pues ahora comeré solo 5 o
7. Y en este ejemplo ya se está vinculando con otra conducta porque siempre
vamos a comer, así que puedo lograrlo.
Segunda Ley
Hacerlo atractivo. Darle dopamina al cerebro. Mostrarle a
nuestro cerebro que va a haber una recompensa. Puedes auto-recompensarte. Esto
trata de convencernos de que habrá una recompensa que valdrá la pena el sacrificio,
con empezar a visualizar la recompensa a futuro, el cerebro empieza a segregar
la dopamina, aunque aún no hayamos conseguido lo que buscamos.
Tercera Ley
Hacerlo sencillo. Que los hábitos no tomen más de dos minutos,
puede ser el inicio, el moverte o demás, pero procura que no lleven mucho
tiempo. Esto es que realicemos cambios sencillos pero rápidos, por ejemplo,
salir a correr puede iniciar con dos vueltas a la cuadra o procurar que el
ponerte ropa adecuada no tarde tanto.
Cuarta ley
Hacerlo satisfactorio. Encontrar desafíos que te ayuden a
conseguir logros que te motiven. Cada que rompes tu propia marca o que
consigues algo te sentirás mucho mejor. Busca las metas que te gratifiquen con
pequeñas porciones de logro. Tú puedes decidir cuáles van a ser las metas, por
lo que es necesario que establezcas una forma de demostrar que conseguiste
algo, ya sea publicándolo, dándote un pequeño premio o simplemente pensando en
lo que has logrado.
Con esto no queremos decir que no vas a lograr grandes
cambios en tu vida, al contrario, quiere decir que, si empiezas con algo
pequeño, puedes ir escalando la dificultad y poco a poco encontrarte del otro
lado del abismo de los sueños.
“Todo gran viaje empieza con el primer paso”
Referencias
Libro: "Los hábitos atómicos" de James Clear.
Escrito por
Alejandro Machuca M.
Psicólogo sistémico y cognitivo conductual. Editor del blog.
Director y fundador de VivoMejorando.com