miércoles, 7 de julio de 2021

Habilidades para la vida

 Existe una idea muy arraigada en nuestra cultura, la cual dice que todos sabemos lo que queremos, sabemos cómo vivir y disfrutar de la vida, al igual que sabemos cómo hacerle frente a las situaciones adversas de las cuales nadie está exento, sin embargo la realidad es diferente, hay ocasiones en que las circunstancias de nuestra existencia nos llevan por caminos que pensamos que jamás transitaríamos, esto genera un desconcierto e incertidumbre que si se trata de forma correcta puede generar crecimiento y desarrollo, de lo contrario nos puede llevar a cometer errores serios que comprometan nuestro futuro.




Es necesario entonces tener habilidades y destrezas para vivir, que nos faciliten tomar decisiones y enfrentar los sucesos buenos y malos de la vida, y así, salir bien librados de estos, con la finalidad de vivir lo mejor que se pueda, generar una mejor sociedad y  conocernos mejor.

Es necesario formarnos como seres humanos, con la capacidad de amar, ser empáticos, compasivos y vivir en armonía con nosotros mismos y con los demás, aprender las habilidades socioemocionales que nos permitan tener una vida significativa, además de facilitar que los demás que están a nuestro alrededor la tengan también.

Tristemente es una formación que no se da en las escuelas, o por lo menos no en la mayoría, ya que la formación humana se ha infravalorado y se le da más peso en nuestra sociedad actual, a aprender y ser buenos en matemáticas, ciencias naturales o los deportes, que a formar personas compasivas, felices y empáticas, estas últimas son indispensables para el desarrollo humano optimo y pleno.



En 1993, la División de Salud Mental de la Organización Mundial de la Salud (WHO, 1994) lanzó su iniciativa internacional para desarrollar las Habilidades para la Vida (HpV) a través de un documento –que revisó y ajustó en 1997– donde recomendaba su implementación especialmente con niñas, niños y adolescentes en los centros educativos formales. (Ruíz, 2014)

Se propuso para niños y adolescentes porque se encuentran precisamente en la etapa de formación de su personalidad y porque es justo donde pueden aprender e interiorizar habilidades y recursos que les hagan más fácil resolver de forma adecuada las diversas situaciones que les pudiera presentar la vida o identificar los riesgos que pudieran comprometer su desarrollo humano.

Es preciso aclarar que estas habilidades no son exclusivas para niños y adolescentes, todos podemos ejercitarlas y adquirirlas en las diferentes etapas de nuestro ciclo vital y así beneficiarnos de las competencias que estas habilidades nos aportan.

En dicho documento se definen las habilidades para la vida de la siguiente manera:

“Habilidades para la vida son habilidades para el comportamiento positivo y adaptable, que permiten a los individuos lidiar eficazmente con las demandas y los retos de la vida cotidiana” (Ruíz, 2014)

Es importante tomar en cuenta que estas habilidades podrían llegar a ser incontables puesto que depende cada persona, su contexto, su historia de vida, entre otras cosas, que podrían determinar que habilidades y destrezas son más necesarias para atender las dificultades que le presente la cotidianidad de su vida.

La OMS propone las siguientes habilidades para la vida como una base general y esencial para la promoción de una vida digna, orientada al desarrollo pleno de las capacidades humanas, así como a la salud mental y física.



•Autoconocimiento: conocer mejor nuestro ser, carácter, fortalezas, oportunidades, actitudes, valores, gustos y disgustos; construir sentidos acerca de nuestra persona, de las demás personas y del mundo.

•Comunicación asertiva: expresar con claridad, y en forma apropiada al contexto y la cultura, lo que se siente, piensa o necesita y saber escuchar e interpretar lo que se siente, piensa u ocurre en determinada situación.

•Toma de decisiones: evaluar distintas alternativas, teniendo en cuenta necesidades, capacidades, criterios y las consecuencias de las decisiones, no sólo en la vida propia sino también en la ajena.

•Pensamiento creativo: usar la razón y la “pasión” (emociones, sentimientos, intuición, fantasías e instintos, entre otros) para ver las cosas desde perspectivas diferentes, que permitan inventar, innovar y emprender con originalidad.

•Manejo de emociones y sentimientos: aprender a navegar en el mundo afectivo logrando mayor “sintonía” entre el propio mundo emocional y el de las demás personas para enriquecer la vida personal y las relaciones interpersonales.

•Empatía: ponerse desde el lugar de otra persona para comprenderla mejor y responder de forma solidaria, de acuerdo a las circunstancias.

•Relaciones interpersonales: establecer y conservar relaciones interpersonales significativas, así como ser capaz de terminar aquellas que impiden el crecimiento personal.

• Solución de problemas y conflictos: transformar y manejar los problemas y conflictos de la vida diaria de forma flexible y creativa, identificando en ellos oportunidades de cambio y crecimiento personal y social.

•Pensamiento crítico: aprender a preguntarse, investigar y no aceptar las cosas de forma crédula. Ser capaz de llegar a conclusiones propias sobre la realidad. “No tragar entero”.

•Manejo de tensiones y estrés: identificar oportunamente las fuentes de tensión y estrés en la vida cotidiana, saber reconocer sus distintas manifestaciones, y encontrar maneras de eliminarlas o contrarrestarlas de forma saludable. (Ruíz, 2014)



A manera de conclusión es necesario formarnos en estas habilidades ya que son indispensables para un mundo como el que se nos presenta hoy en día, donde el ritmo es muy acelerado y la exigencia es altísima, además de que las figuras de éxito que promueve nuestro sistema económico y social cada vez son más inalcanzables y esto genera un frecuente estado de frustración y enojo hacia nosotros mismos y hacia los demás.

Estas habilidades promueven el cuidado personal y social, desde el interior del ser, buscan promover la empatía, la compasión, el reconocimiento de nuestras emociones, el trato digno hacia nosotros mismos y hacia los demás, todo esto no se llena con cosas o factores externos, es necesario un trabajo interno, consiente, que nos contacte con nuestra humanidad y con los valores como el amor, la justicia y el respeto que pongan en el centro el desarrollo individual y social.


Elaborado por:


Alfredo Enrique Sepúlveda Padilla. 

Licenciado en Desarrollo Humano y Maestrante en Gestión Directiva.

Miembro fundador de VivoMejorando.com


Referencias

Ruíz, V. M. (2014). Habilidades para la vida, una propuesta para la formacion humana. Itinerario Educativo, xxviii, 61-89.

lunes, 21 de junio de 2021

Factores de riesgo y factores de protección en el consumo de sustancias

La gran mayoría de las personas que formamos esta sociedad ha estado en contacto con algún tipo de droga y hasta quizás la haya consumido por diversos motivos, tal vez al asistir a una fiesta, o por prescripción médica, por alguna ruptura amorosa o simplemente por  querer sentirse despierto por medio de una exquisita taza de café por la mañana.


Claro está que existen diferentes tipos de drogas y conductas adictivas a las que estamos expuestos y que algunas pueden afectar más seriamente nuestro sistema nervioso central que otras.

Además de que el poder adictivo de algunas sustancias es mucho mayor que el de otras y por eso es preciso tener cuidado con aquello que estamos consumiendo.

Como se ha postulado al principio de este blog si la gran mayoría de las personas han consumido alguna vez  o varias veces alguna sustancia psico-activa o han practicado alguna conducta adictiva, ¿Por qué no todos se convierten en adictos?

Existen algunos factores sociales  e individuales en las personas que pueden contribuir u obstaculizar la posibilidad de quedar enganchado a una sustancia o alguna conducta adictiva, estos factores son llamados factores de riesgo: que son los que facilitan la adicción a algunas sustancias psicoactivas o conductas adictivas.


Algunos de los factores de riesgo sociales son:

La comunidad: transiciones y movilidad personal y en la comunidad, desorganización comunitaria, escaso apego al vecindario, leyes y normas favorables al consumo de drogas, y disponibilidad percibida de drogas y armas.

La familia: la historia familiar de comportamiento antisocial, conflicto familiar, actitudes de los padres favorables a la conducta antisocial y al consumo de drogas, escasa disciplina y supervisión, y escaso apego familiar.

Factores escolares: El fracaso escolar y escaso compromiso con la escuela. (Silvia López Larrosa, 2010)




Los factores de riesgo individuales son los siguientes:

  • Las actitudes favorables al comportamiento antisocial y al consumo de drogas
  • Comienzo temprano de los comportamientos problemáticos
  • Consumo de drogas de los amigos
  • Interacción con iguales antisociales
  • Escasa percepción del riesgo de consumir
  • Recompensas por el comportamiento antisocial
  • Rebeldía y búsqueda de sensaciones
  • Escasa tolerancia a la frustración
  • Dificultad para el manejo de las emociones, etc... (Silvia López Larrosa, 2010)


Todo lo anterior puede contribuir a que las personas más fácilmente tengan comportamientos adictivos y que les sea más difícil desapegarse a las sustancias o conductas adictivas.

Por otro lado también existen factores sociales e individuales que facilitan la abstinencia y la vida libre de drogas o conductas adictivas y estos como ya se había mencionado antes, son conocidos como factores de protección.


Los principales factores de protección sociales son: 

  • Factores de protección familiares: Buena comunicación, prescindir del consumo en el hogar, pautas educativas correctas, padres afectivamente cercanos, buen apego familiar.
  • Factores de protección escolares: Ausencia de drogas, buen clima escolar, actitudes profesorado.
  • Factores de protección laborales: Buena organización del trabajo, contenidos de tareas, buen ambiente laboral, interacción adecuada con compañeros.
  • Factores de protección grupales: independencia de sus miembros,  la asertividad, aficiones saludables.
  • Factores de protección macro-sociales: Difícil acceso a las drogas, ocio y tiempo libre enriquecedores, generación acciones comunitarias, oportunidades desde la comunidad, promoción de la salud. (saludlibertad.com, 2017)



Dentro de los factores de protección individuales se encuentran los siguientes:

  •  Resiliencia (capacidad para afrontar situaciones difíciles y adversas; adaptación)
  •  Creencia en el orden social.
  •  Auto concepto y autoestima sanos.
  •  Habilidad para la toma de decisiones y resolución de problemas.
  •  Pensamiento autónomo, crítico y creativo.
  •  Presencia de un proyecto de vida.
  •  Valoración de la salud.
  •  Habilidades para adaptarse al cambio.
  •  Capacidad para establecer empatía.
  •  Capacidad para establecer y mantener relaciones interpersonales.
  •  Capacidad para manejar la presión de grupo.
  •  Relaciones sociales positivas.
  • Capacidad para manejar emociones propias y para manejar tensión o estrés. (coruna.gal, 2021)

Como conclusión:

Una vez bien identificados los factores de riesgo y protección es necesario como individuos y sociedad esforzarnos en tratar de disminuir al máximo los factores de riesgo y poner en práctica o frecuentar los factores de protección con el fin de hacer una buena labor de prevención y de esta forma promover la salud y el desarrollo humano  integro.



Elaborado por:


Alfredo Enrique Sepúlveda Padilla. 

Licenciado en Desarrollo Humano y Maestrante en Gestión Directiva.

Miembro fundador de VivoMejorando.com


Referencias

coruna.gal. (10 de 06 de 2021). CPORUÑA SIN DROGAS. Obtenido de https://www.coruna.gal/corunasindrogas/es/factores-de-riesgo/factores-individuales?argIdioma=es 

saludlibertad.com. (2017). INSTITUTO DE SALUD LIBERTAD. Obtenido de https://www.saludlibertad.com/tratamiento-para-la-adiccion/adicciones/factores-de-proteccion-para-el-consumo-de-drogas/ 

Silvia López Larrosa, J. L. (2010). Factores de riesgo y de protección en el consumo de drogas en adolescentes y diferencias según edad y sexo. Psicothema, 568 - 573.

miércoles, 9 de junio de 2021

¿Cuándo usar las terapias alternativas?

 ¿Cuándo es mejor usar una terapia alternativa?


A causa de la globalización y del avance de la ciencia, en la actualidad se mezclan una inmensa cantidad de creencias y saberes de los que antes no teníamos idea. Podemos entablar comunicación con personas del otro lado del mundo en tiempo real e incluso adquirir mercancías que nos llegan desde muy lejos en tan solo un día. Esto nos trae también conocimiento y un cambio enorme en nuestra vida a pesar del evidente choque cultural.

Dicho choque cultural se puede apreciar en varios ámbitos de nuestra sociedad, sin embargo, en esta ocasión nos centraremos en el factor salud.

Gracias a que compartimos conocimientos con personas de otros lados del mundo, los avances médicos se han potencializado gracias las TIC´s, pero no son los únicos que han crecido, también lo han hecho otras prácticas que en el ámbito científico se les conoce como pseudo-ciencias o como la mayoría de la población las identifica, las terapias alternativas.

 

La Definición de la Organización Mundial de la Salud es la siguiente:

"Conjunto de prácticas, enfoques, conocimientos y creencias sanitarias diversas que incorporan medicinas basadas en plantas, animales y/o minerales, terapias espirituales, técnicas manuales y ejercicios aplicados de manera individual o en combinación para mantener el bienestar, además de tratar, diagnosticar y prevenir las enfermedades."

"Hacen referencia a un grupo amplio de prácticas sanitarias que no forman parte de la tradición de un país o no están integradas en su sistema sanitario predominante."


Sin embargo, existe más de una distinción entre los tipos de medicina. Se encuentra la medicina alternativa y la medicina complementaría.


Medicina alternativa:

Hace referencia a aquella que se utiliza en lugar de la medicina convencional. Por ejemplo, para el tratamiento de la diabetes, en lugar de utilizar insulina, se  trata la enfermedad con dieta estricta, pero dependiendo del grado de falla hepática.


 Medicina complementaria:

 Aquella que se utiliza conjuntamente con la medicina convencional del lugar en el que te encuentres, por ejemplo, el tratamiento de la diabetes se maneja con insulina, sin embargo, se puede usar homeopatía, hierbas medicinales, tés, o algo más para complementar el tratamiento médico principal.



"Las terapias complementarias no reemplazan a los medicamentos recetados por su médico"


- Las terapias complementarias son alternativas que pueden desempeñar alguna función en un programa de tratamiento integral diseñado por usted y el profesional de la salud que lo atiende.

- La eficacia de una terapia complementaria está respaldada por diversos estudios confiables, sin embargo, no suplen a la medicina convencional.

- Por lo general, las terapias complementarias son indicadas por profesionales médicos con la finalidad de complementar a un tratamiento convencional.

- Hay diversas terapias complementarias que pueden ser de ayuda para aliviar el dolor. Éstas incluyen:

        - Acupuntura

        - Masajes

        - Meditación

        - Relajación

        - Ultrasonido

        - Calor/Frío

        - Aromaterapia

        -Homeopatía


- Debe informar a su médico si está utilizando una terapia complementaria o tiene intenciones de hacerlo.

- Las terapias complementarias no reemplazan a los medicamentos recetados por su médico.


¿Cuándo es mejor usar una medicina alternativa en lugar de la medicina convencional?

Cuando el médico que lo atienda lo recomiende o se lo permita y, de preferencia, que esta medicina esté sustentada con evidencia y estudios anteriores a su uso con humanos.


¿Cuándo es mejor usar una terapia complementaria en lugar de la medicina convencional?

Solo cuando nos encontremos en otro lugar en el que nuestras creencias médicas no sean las principales, por lo que la medicina alópata se considera en dicho lugar como medicina complementaria o alternativa.

 

Hay que entender que la cultura es muy variada y no todos confiamos ni creemos en lo mismo, pero… Entonces, ¿No es necesario hacer uso del método científico para tratar una enfermedad?

Si al imponer nuestra ciencia a las creencias de las personas ocasionamos un conflicto mayor del que queremos resolver o si tenemos la duda de que nuestro paciente pueda dejar el tratamiento que le demos si no tomamos en cuenta su creencia médica, entonces, hay que respetar la creencia de nuestro paciente y tratar la medicina convencional como una medicina complementaria a lo que el paciente considere mejor, al fin y al cabo, la salud es la principal preocupación de quien sufre de una enfermedad y estamos para ayudar, no para imponer.



Escrito por


Alejandro Machuca M.

Psicólogo sistémico y cognitivo conductual. Editor del blog.

Director y fundador de VivoMejorando.com

 



miércoles, 2 de junio de 2021

El Desarrollo Humano en el trabajo


 Una de las actividades cotidianas del ser humano a través de su historia ha sido el trabajo. En la actualidad, en la mayoría del mundo, una tercera parte del día se dedica a trabajar y aproximadamente la mitad del tiempo de vigilia se pasa en el lugar de trabajo o en alguna actividad relacionada con este como el traslado. Todo esto porque el trabajo es la principal forma por la cual las personas perciben sus ingresos, con los cuales, buscan tener la mejor calidad de vida que les sea posible, sin embargo, en muchas ocasiones cuando se habla de calidad de vida automáticamente se viene a la mente que tal concepto solo se aplica cuando la persona o el empleado ha concluido con su jornada laboral y a partir de ahí puede disfrutar de su tiempo restante como mejor le plazca.

De lo anterior nos surge la siguiente pregunta, ¿Puede el trabajo, en las condiciones en las cuales se presenta en nuestros tiempos, facilitar el desarrollo de las potencialidades humanas más allá de aquellas capacidades que son necesarias para elevar la productividad y efectividad que le demanda su actividad laboral?

Si fuera así, sería una actividad que enriquecería a la persona en todos los aspectos de su vida, que ciertamente iría a trabaja, pero que al mismo tiempo podría poner en práctica sus valores y principios, podría sentirse realizado con la labor que ejerce, podría colaborar con el bienestar y seguridad de aquellos que lo rodean y ayudaría a generar una mejor sociedad además que… ¡Le pagarían por hacerlo! Todo lo anterior variaría dependiendo de qué es lo que cada persona sigue y las aspiraciones que tiene en cuanto a su sentido de vida.

 

“…ayudaría a generar una mejor sociedad

 además que… ¡Le pagarían por hacerlo!”

 

Lo anterior mencionado, en ocasiones parece una contradicción para algunas personas, ya que se cree que el fin último del trabajo es producir y generar ganancias económicas tanto para el empresario como para el empleado y se desecha por completo una posibilidad de llegar al “ganar -  ganar”, en cuanto a que la empresa pueda obtener un incremento en sus ganancias económicas si procura proveer el ambiente adecuado para el desarrollo humano integral de las personas que forman parte de su equipo de trabajo.

 

Peter Senge (2010) en su libro “La quinta disciplina”, menciona lo siguiente:

“El aprendizaje individual no garantiza el aprendizaje organizacional. Pero no hay aprendizaje organizacional sin aprendizaje individual.

Esto nos dice que es necesario invertir y generar el aprendizaje en todos los miembros de la organización para con esto ayudar a que la empresa sea generadora de ideas innovadoras y que revolucionen el mercado y el mundo.

Otro ejemplo citado en el mismo libro es el de Kazuo Inamori, directivo de Kyocera quien menciona lo siguiente:

Trátese de investigación y desarrollo, administración de empresas o cualquier otro aspecto de los negocios, la fuerza activa es la "gente". Y la gente tiene su propia voluntad, su propio parecer y su propio modo de pensar. Si los empleados no están motivados para alcanzar metas de crecimiento y desarrollo tecnológico... no habrá crecimiento, mayor productividad ni desarrollo tecnológico. (Senge, 2010)

Según datos de Senge (2010), mencionados en el mismo libro, en treinta años Kyocera vendió más de 2000 millones de dólares, una cantidad que no puede pasar desapercibida.

 

Es aquí donde toma relevancia salir del marco de referencia habitual, donde se ve el trabajo como una carga y una condena por parte de los empleados, y por parte de los empresarios, pareciera que apostar por la formación y crecimiento personal y ético de los trabajadores es visto como una pérdida de tiempo y dinero.

Este punto nos lleva a pensar que es necesario para realizarnos plenamente como humanos y dar lo mejor de nosotros a este mundo, reconocer nuestra misión y valores con los cuales vamos a hacerle frente a nuestra vida diaria, y como ya se ha visto una parte importante de nuestra vida es el trabajo. Por esto es necesario tener una visión de nuestro futuro y direccionar nuestras acciones en el presente para tratar de alcanzarlo y hacerlo realidad. Sin embargo, para esto es importante la elaboración de un proyecto de vida.

El párrafo anterior aplica tanto para las empresas como para los individuos que trabajan en ellas. Sin embargo, a la empresa le compete tener claras la misión, visión y valores con las cuales tratará de hacer el mejor trabajo posible y con ello generar valor en los bienes y servicios que ofrece para después trasmitir esto a sus trabajadores. Esto es importante ya que cuando una empresa pone su meta en generar valor y no en capitalizarse lo más pronto posible y a cualquier costo, regularmente se convierten en empresas de clase mundial trayendo consigo innovación y progreso.

 

El trabajo, según Capello, puede estimular el desarrollo de las virtudes y el crecimiento personal:

Es una oportunidad para que el hombre pueda elegir que quiere hacer y en el hacer “hacerse a sí mismo”: El trabajo es una oportunidad para elegir que quiere hacer en total uso de su libertad y con la consecuente responsabilidad sobre la tarea que asuma. Es una oportunidad para cuestionarse hacia dónde quiere dirigir su obrar mientras esté en este mundo. En el trabajo el hombre “hace” y en el hacer se “hace a sí mismo”. El trabajo se presenta como oportunidad para conocerse, descubrir sus talentos y capacidades además de sus limitaciones personales. Permite superar sus propios límites y hacer un aporte importante al mundo. El hombre tiene la capacidad de autoconfigurarse y el trabajo se presenta como un vehículo para poder realizarlo. (2010)

Por eso es importante, a la hora de buscar un empleo, no solo revisar el número de ceros que presenta el salario que se recibirá, sino también las opciones de desarrollo que nos puede presentar, los valores y principios que sigue la empresa, su responsabilidad social, los planes de desarrollo que tiene para los empleados y su fin último.

Como empresas es necesario no solo buscar conseguir mano de obra barata, sino analizar e implementar los medios para ayudar a expandir las posibilidades que tienen sus empleados para ser mejores personas y ayudar al desarrollo social produciendo bienes y/o servicios de calidad y que generen valor para contribuir en mejorar la vida de las personas.

A fin de cuentas, la empresa busca un cierto perfil en los empleados que contrata y en ellos promueve los valores deseables con los cuales las personas que ahí laboran se deben desenvolver, por lo menos en las horas de trabajo. Las empresas en la actualidad pueden ser grandes promotoras del desarrollo social.

 

“En la actualidad existen ejemplos de empresas altamente exitosas que su forma de generar ventajas competitivas es la estimulación del desarrollo y la creatividad de sus empleados.”

 

Como conclusión, al trabajador le conviene apoyar a la empresa con su trabajo para que esta crezca y pueda generar mejores condiciones para ellos y para la sociedad. Y a las empresas les conviene formar excelentes seres humanos para así poder beneficiarse de los grandes beneficios de tener excelentes personas como empleados. Si esto no se da así, entonces empiezan los conflictos y la mediocridad laboral, por lo que en caso de darse lo mejor será dialogar para resolver el problema que exista.

 

Elaborado por:


Alfredo Enrique Sepúlveda Padilla. 

Licenciado en Desarrollo Humano y Maestrante en Gestión Directiva.

Miembro fundador de VivoMejorando.com


Referencias

Copello, L. (09 de 03 de 2010). logoforo.com. Obtenido de https://logoforo.com/el-sentido-del-trabajo/

Senge, P. (2010). La quinta disciplina. Buenos Aires: Garnica.




miércoles, 26 de mayo de 2021

¿Cómo empezar a cambiar mi vida?

Pequeños cambios en tu vida para lograr todo.


    Los grandes cambios no requieren acciones enormes, más bien, radica en las pequeñas acciones para conseguir los cambios radicales. Muchas veces tratamos de realizar un cambio en nuestras vidas y queremos empezar a realizar lo que nos gustaría que fuera, suele pasar que si quieres bajar de peso rápidamente buscas una dieta en la red y la adoptas; empiezas con toda la actitud, compras todo lo necesario para realizarla, pero pasan dos o tres días y la rompes, pero no porque no quieras, sino porque te sientes mal, se te olvida, no tienes tiempo o simplemente ya no quisiste porque es muy difícil.

Este es un pequeño ejemplo de lo que nos puede pasar cuando queremos realizar un cambio y ya no seguimos. Si continuamos con este estilo de cambios no conseguiremos realizar los cambios que buscamos y nos desmotivaremos para tratar de implementar nuevas mejoras para nuestra vida.




    La pereza, la procrastinación y la falta de motivación son factores que no nos permiten continuar con nuestros propósitos de vida. A todos nos puede pasar esto y no es porque seamos unos flojos u holgazanes, más bien es que nuestro cerebro ha evolucionado para buscar el placer instantáneo. Por sí mismo, nuestro cerebro no está estructurado para encontrar el beneficio retardado, al contrario, busca la recompensa inmediata a causa de la dopamina que produce, la cual, es la hormona del placer y es sumamente adictiva. Por eso prefiere los actos que nos lleven a este placer a corto plazo. Con esto no queremos decir que la dopamina sea mala, ya que es necesaria para movernos y hacer las cosas, pero si no ejercemos la fuerza de voluntad sobre nuestra vida, solo seremos arrastrados por el placer que nuestro cuerpo quiere.


Lo bueno de todo esto es que podemos enseñarle a nuestro cerebro a hacer lo que nosotros queramos, pero primero tenemos que modificar quienes somos, porque nuestro auto-concepto nos indica por dónde vamos a ir, y si creemos que somos un fracaso, unos triunfadores, unos flojos, unos obesos, personas saludables, perdedores, etc… entonces, vamos a creer esto y nuestra conducta lo va a reflejar. La sugestión es muy fuerte y nos será muy complicado moldear a nuestro cerebro si no cambiamos nuestra forma de vernos a nosotros mismos.

 

"No es porque seamos unos flojos u holgazanes, más bien es que nuestro cerebro ha evolucionado para buscar el placer instantáneo"


Entonces, ¿Cómo logramos reestructurarnos?

La respuesta corta es: Cambiando nuestros hábitos. Pero a continuación vamos a explicar cómo conseguirlo.

 

James Clear menciona 4 leyes para lograr este propósito, las cuales, son muy acertadas, pero las complementamos con nuestro saber.

Estas 4 leyes son: Hacer lo obvio, hacerlo atractivo, hacerlo sencillo y hacerlo satisfactorio.

 

Primera Ley

                Hacer lo obvio. Definir cuando y donde se va a actuar. Ser específico sin ambigüedades. Vincula la conducta nueva con otra que ya tengas automatizada. Por ejemplo, si quiero bajar de peso, lo obvio es no comer tanto, eso sería definir cuando y donde se va a actuar ya que en todas las comidas puedo limitarme un poco. Para ser específico, puedo decir que disminuiré un 10 o un 15% de la comida que ingiero, por ejemplo, si es sopa, en lugar de comer 30 cucharadas, comeré solo 25. Si como 6 u 8 tacos, pues ahora comeré solo 5 o 7. Y en este ejemplo ya se está vinculando con otra conducta porque siempre vamos a comer, así que puedo lograrlo.


Segunda Ley

                Hacerlo atractivo. Darle dopamina al cerebro. Mostrarle a nuestro cerebro que va a haber una recompensa. Puedes auto-recompensarte. Esto trata de convencernos de que habrá una recompensa que valdrá la pena el sacrificio, con empezar a visualizar la recompensa a futuro, el cerebro empieza a segregar la dopamina, aunque aún no hayamos conseguido lo que buscamos.


Tercera Ley

                Hacerlo sencillo. Que los hábitos no tomen más de dos minutos, puede ser el inicio, el moverte o demás, pero procura que no lleven mucho tiempo. Esto es que realicemos cambios sencillos pero rápidos, por ejemplo, salir a correr puede iniciar con dos vueltas a la cuadra o procurar que el ponerte ropa adecuada no tarde tanto.


Cuarta ley

                Hacerlo satisfactorio. Encontrar desafíos que te ayuden a conseguir logros que te motiven. Cada que rompes tu propia marca o que consigues algo te sentirás mucho mejor. Busca las metas que te gratifiquen con pequeñas porciones de logro. Tú puedes decidir cuáles van a ser las metas, por lo que es necesario que establezcas una forma de demostrar que conseguiste algo, ya sea publicándolo, dándote un pequeño premio o simplemente pensando en lo que has logrado.

 

Con esto no queremos decir que no vas a lograr grandes cambios en tu vida, al contrario, quiere decir que, si empiezas con algo pequeño, puedes ir escalando la dificultad y poco a poco encontrarte del otro lado del abismo de los sueños.


“Todo gran viaje empieza con el primer paso” 



Referencias

Libro: "Los hábitos atómicos" de James Clear.

 


Escrito por


Alejandro Machuca M.

Psicólogo sistémico y cognitivo conductual. Editor del blog.

Director y fundador de VivoMejorando.com

 


miércoles, 19 de mayo de 2021

¿Cuál es el proceso de las adicciones?



En la actualidad, las adicciones son un problema muy grave de salud pública que afecta a todos los niveles a nuestra sociedad. Según la ENCODAT (Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco), en su versión más reciente que data del año 2016 (INSTITUTO NACIONAL DE PSIQUIATRIA, 2017), el fenómeno de la adicción día con día crece y las edades de inicio de consumo cada vez son menores.

Este problema no solo impacta severamente en la salud física y mental de la persona que consume la sustancia, sino que también vulnera la estabilidad de la familia a la que pertenece. En algunos casos cuando la dependencia a la sustancia ha desestructurado por completo a la persona, puede generar inseguridad y violencia en la comunidad en la que vive, ya que el único medio que tienen algunas personas para perpetuar su consumo es a través de actos ilícitos como robo, asalto, o de integrarse a las filas del crimen organizado.

Por lo anterior mencionado, es necesario atender la problemática y presentar información que facilite la atención de las personas que padecen los estragos de esta enfermedad, así como orientar a los que todavía no tienen dicho problema y prevenir el sufrimiento, los daños y el conflicto social ya mencionados.

Cabe mencionar que el fenómeno de la adicción es una barrera importante para el desarrollo humano personal, familiar y social, ya que daña severamente la salud en el núcleo de estas tres entidades.

 


Para hablar a detalle, primero es necesario definir lo que es una adicción. Según la Norma Oficial Mexicana, NOM-028-SSA2-2009, para la prevención, tratamiento y control de las adicciones, lo define de la siguiente manera:

Adicción o dependencia es el estado psicofísico causado por la interacción de un organismo vivo con un fármaco, alcohol, tabaco u otra droga, caracterizado por modificación del comportamiento y otras reacciones que comprenden siempre un impulso irreprimible por tomar dicha sustancia en forma continua o periódica, a fin de experimentar sus efectos psíquicos y a veces para evitar el malestar producido por la privación. (NOM-028-SSA2-2009, 2010)


Por otro lado el NIDA (2020), define la drogadicción de la siguiente manera:

Trastorno crónico y recurrente caracterizado por la búsqueda y el consumo compulsivos de la droga pese a sus consecuencias negativas. Se la considera un trastorno cerebral porque genera cambios funcionales en los circuitos del cerebro que participan en la recompensa, el estrés y el autocontrol. Esos cambios pueden persistir aún mucho tiempo después de que la persona haya dejado de consumir drogas.

Si observamos ambas definiciones podemos darnos cuenta de que las adicciones son un problema que trasciende a la voluntad de las personas ya que su cerebro se encuentra influenciado severamente por las sustancias, al grado de modificar su estructura, esto hace difícil y complejo su tratamiento.

Es por eso que es necesario identificar las etapas del proceso adictivo e intervenir a tiempo para tratar de disminuir al máximo la probabilidad de daños físicos y mentales de la persona con problemas con el consumo de sustancias.


"Las adicciones son un problema que trasciende a la voluntad de las personas"


Etapas de la adicción. 

USO:

Se determina la etapa de uso cuando es un consumo ocasional, que no tiene repercusiones negativas en la salud física y en las relaciones sociales del individuo, sin descartar los posibles daños por sobredosis, existen diferentes tipos de uso de sustancias psicoactivas que son:

Experimental: Todo consumo de sustancias psicoactivas comienza en este punto. Es cuando una persona prueba una o más sustancias, una o dos veces, y decide no volverlo a hacer.

Recreativo: El consumo empieza a presentarse de manera más regular, y enmarcado en contextos de ocio con más personas, generalmente amistades, con quienes hay confianza.

Habitual: Para llegar aquí se tuvo que haber pasado por una fase previa. Se tiene una droga de preferencia (quizás después de probar  muchas) y un gusto por la sensación que produce. (Instituto Mexicano de la Juventud, 2018)


ABUSO:

Se le llama abuso cuando el consumo de la sustancia se vuelve difícil de controlar, se gasta demasiado tiempo y dinero en el consumo de la sustancia y el círculo social que se frecuenta gira en torno del consumo de la misma.

Surgen problemas en el trabajo por ausentismo o por ir a trabajar en estado inconveniente. Problemas con la pareja y familia, que se empiezan a preocupar por la forma excesiva de consumir la sustancia y empieza a haber afectaciones físicas debido al abuso en el consumo.


DEPENDENCIA:

Se llega a la dependencia cuando existe un malestar físico o psicológico debido a la ausencia de la sustancia en el organismo, esto hace que el consumo de dicha sustancia se vuelva una necesidad primaria para la persona, haciendo del consumo de la droga su prioridad, dejando de lado todas las relaciones o actividades que en el pasado le hacían sentir bien.

Tipos de dependencia:

Física: Implica un cambio permanente en el funcionamiento del cuerpo y del cerebro, se da cuando ya se ha generado una tolerancia hacia la sustancia, por lo tanto, el cuerpo cada vez necesita una dosis mayor para sentir los efectos deseados.

Psicológica: Ocurre cuando la privación de la sustancia produce malestar, angustia, y depresión. Para evitar estos malestares se busca la manera de consumir permanentemente. Es decir, se piensa que “no se puede vivir” sin consumir y todo lo que ello implica. (Instituto Mexicano de la Juventud, 2018)


Como conclusión: 

A lo largo de esta redacción se mencionaron y explicaron algunas de las formas en las cuales el consumo de sustancias afecta a la persona, familia y sociedad, además de que se le reconoce a esta problemática como una barrera para el desarrollo humano en nuestro país. Aunado a esto, se describió brevemente como es que se da el progreso de la enfermedad, esto con el fin de cambiar el relato que se tiene sobre las adicciones como un “vicio” para el cual solo basta con la fuerza de voluntad para alejarse de él.

Buscamos informar a las personas y familias que padecen este tipo de problemas para que puedan actuar de forma adecuada ante esta situación e identifiquen en qué etapa del consumo se encuentran sus seres queridos y con esto sea más fácil solicitar la ayuda.

También es un llamado para aquellos que son consumidores y a sus familias, para identificar los síntomas en las primeras etapas del consumo y puedan prevenir el daño y sufrimiento que esto causa a las personas que llegan a estar en un estado de dependencia o adicción.

 

 

Elaborado por:


Alfredo Enrique Sepúlveda Padilla. 

Licenciado en Desarrollo Humano y Maestrante en Gestión Directiva.

Miembro fundador de VivoMejorando.com